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Yin Yoga es un estilo de Yoga lento y suave y, como su nombre indica, es la parte yin de nuestra práctica habitual, de nuestro estilo de vida. Porque Yin Yoga es una práctica llena de matices que afectan no sólo a nuestro cuerpo físico: tejidos y rango de movimiento, sino a la manera en la que practicamos otros estilos de yoga, cómo nos movemos, cómo nos desenvolvemos en la vida, nos enfrentamos a nuestras emociones y mejora (o nos introduce) en la meditación
Proporciona una nueva dimensión a nuestra práctica de yoga, a nuestra vida y esa profundidad fue lo que me enamoró de esta práctica y me llevo a querer saber más, formarme como profesora y compartirlo en las formaciones de profesores de Yin Yoga.
Pero ¿cómo una hora en la esterilla puede ser tan poderosa?

Beneficios del Yin Yoga
Afectan a distintos aspectos de la persona:
Cuerpo:
En Yin Yoga buscamos estimular los tejidos profundos del cuerpo que son los ligamentos, articulaciones, huesos, tejido conectivo/fascia… que llamamos tejidos Yin. Mientras que en estilos de yoga dinámicos (que llamamos Yang como pueden ser Hatha/Vinyasa/Ashtanga/Iyengar/Kundalini/Bikram/rockett etc) se afectan tejidos Yang: los músculos.
Por lo tanto, si no haces Yin Yoga estás estimulando o “trabajando” la mitad de tu cuerpo y todos los tejidos del cuerpo necesitan ser estresados o estimulados para estar sanos.
Muchos alumnos comienzan a practicar Yin porque proporciona más rango de movimiento y esto muchas veces es así (ojo, ¡¡no siempre!!), aunque en realidad ése no es el objetivo del Yinster (el que practica Yin Yoga) ya que, y aquí vamos al siguiente aspecto, es una práctica de aceptación, de ser receptivos y no juzgar.
Mente:
El tiempo que estamos en las posturas (alrededor de 3 minutos pero con asterisco porque depende de la zona del cuerpo, la experiencia del alumno y si trabajamos con embarazadas, personas que tienen alguna lesión o enfermedad, etc) nos permite empezar a cultivar una práctica de meditación.
Ya sea Mindfulness o de la Tradición del Yoga, depende del estilo del profesor.
Mientras los tejidos son “trabajados”, nuestra mente también haciendo de cada postura una minipráctica de meditación en la que empezamos a observar nuestros patrones de pensamiento, emocionales, reactivadad.
Aprendemos a observarnos y cultivar respuestas adecuadas. Esto tiene un gran poder de transformación en la manera en la que nos movemos por el mundo, permitiéndonos responder en vez de reaccionar.
Gracias a la neuroplasticidad podemos hacer pequeños cambios (paulatinos y completamente conscientes) cada día en la esterilla, observando y respondiendo de manera distinta a como solemos hacerlo, y esto tendrá un impacto muy beneficioso en nuestra vida.
Energía:
Hasta ahora hemos visto aspectos más vinculados a una visión occidental de la práctica (cuerpo y mente) pero Yoga trata de energía.
Los Yogis no hablaban de fémures o amígdala, córtex prefrontal o ligamentos. La visión y mapa del yoga es el de los chakras, nadis, Kundalini, vayus, marma, etc. Y Yin no da la entrada a nuestro cuerpo energético o sutil a través de las sensaciones que observamos en cada asana o postura de yoga.
Yin Yoga sigue el mapa de meridianos de la Medicina Tradicional China.
Cada postura ejerce una presión en distintos puntos del meridiano que elimina bloqueos energéticos permitiendo que la energía (prana o Chi) circule mejor y se distribuya por todo el cuerpo.
Emociones:
Este cuarto aspecto es de los más interesantes en mi enfoque en la práctica de Yin, que es el puente entre esa visión occidental de cuerpo/cerebro y el lado energético oriental.
Las sensaciones corporales o proceden o dan lugar a emociones, y es la manera que nuestro cuerpo tiene de comunicarse con nosotros.
El estilo de vida actual, en las ciudades alejadas de la naturaleza, lleno de prisas, en constante movimiento y en constante “perseguir” o conseguir” nos ha alejado de nuestro cuerpo y vivimos constantemente en la mente, las ideas.
En Yin Yoga volvemos al cuerpo, a sentir este contenedor de nuestras emociones y vehículo de nuestras experiencias, recuperamos esa comunicación quizá perdida.
Además estimulamos el Sistema Nervioso Parasimpático que es como un freno del nivel de agitación, estrés, ansiedad típico de nuestros días, permitiéndonos no sólo contrarrestar ese ese estado hiperactivo sino además tener herramientas en nuestra vida diaria para regularnos emocionalmente, volver al estado de calma y descanso cuando lo necesitemos.
Por último, recomendamos empezar la práctica de Yin Yoga al menos dos veces por semana, no sólo por ese efecto en nuestros tejidos que desde luego es importante pero sobre todo para la estabilidad emocional, equilibrio y calma que impregnarán distintos aspectos de nuestra vida casi sin darnos cuenta.
Porque en medio de una vida llena de prisas y siempre orientada a unos objetivos, compensamos con momentos de plena atención, ir despacio, recibir en vez de perseguir, aceptar en vez de frustrarnos. Empezamos a llevar un estilo de vida Yin.
Cómo practicar Yin Yoga de manera adecuada
¿Tiene contraindicaciones el Yin Yoga?
Yin Yoga no es una práctica fácil para muchos. Estar quietos en una postura requiere de práctica, los minutos se pueden hacer muy largos y debemos hacer ciertas modificaciones para que personas con mucho estrés e hiperactivos no salgan huyendo de clase y aprendan a disfrutar de esta práctica que tantos beneficios puede traerles a nivel emocional, mental, sistema nervioso, fascial, etc
Tampoco se recomienda para embarazadas, hiperlaxos, ciertas enfermedades, atletas o ciertos deportistas… Pero siempre con asterisco, porque si les apartamos de la práctica de yin nos estamos enfocando sólo en el aspecto físico/corporal pero les negamos entonces todos los beneficios energéticos, emocionales y mentales que proporciona así que habrá modificaciones para ellos, pero desde luego también pueden practicar Yin Yoga.
La relación de la fascia con nuestras emociones, dolor y propiocepción corporal, como núcleo de nuestra consciencia y las diferencias entre Yin Yoga y Restaurativo (que son dos estilos de Yoga muy distintos) son otros temas relacionados.
Tamara Suárez es profesora de Yin Yoga e imparte formaciones para profesores de Yin Yoga. Ha sido alumna de Paul Grilley y Bernie Clark, entre otros.