Skip to main content

La sadhana, es lo que llamamos una práctica personal de Yoga. Es importante entender el enfoque para distinguirlo de practicar yoga en casa sin más.

Además, voy a daros unos consejos sobre cómo podéis empezar a desarrollar una sadhana a nivel personal.

Siempre es mucho más fácil cuando tienes un profesor experimentado con el cual tienes una sesión privada.

Tamara lo hace desde el punto de vista de la Ayurveda y yo, Borja, lo hago desde el punto de vista de Sadhana.

Con alguien experimentado puedes contarle con más detalle tu situación y momento vital y te puede ayudar a estructurar una sadhana muy específica.

Normalmente las sadhanas, las estructuramos en períodos de 40 días. Y esto es útil porque nos permite ver el impacto que tiene en nosotros y sobre todo las resistencias que van a ir surgiendo, porque practicar todos los días seguidos durante 40 días es un reto.

Encontrareis acceso a una clase especifica grabada de 20 minutos de ASANA que os puede guiar si no sabéis como estructurar una sadhana personal.

Tiene en cuenta ciertos elementos comunes, como el tipo de vida sedentaria que tenemos hoy en día y que os puede servir de orientación en un primer momento.

ACCEDE AL PODCAST GRATUITO

¿Qué es la Sadhana y cuándo empezar a practicarla?

La sadhana no está concebida como concepto de iniciación así que os voy a explicar el enfoque a través de una analogía: la relación de pareja.

Fases de la relación con la práctica personal de Yoga

Fase de acercamiento

Pues hay tres fases.  Estar de rollo, ser novios y luego casarte o hacerte pareja de hecho o pareja estable y afianzada.

Todos hemos estado de rollo con nuestra práctica de yoga. Fue aquel momento en el que tomamos la decisión de apuntarnos a clases de yoga. Y aquí hay dos perfiles, están quienes, como en mi caso, empezamos enfocados en un estilo de yoga específico por recomendación de alguien o elección personal basada en información previa.

Y las personas que empiezan básicamente en el centro de yoga que les pilla más cerca y dentro de ese centro de yoga acabarán en un estilo de yoga u otro, dependiendo de las circunstancias, de su nivel, de lo que le recomienda el profesor, etcétera.

En esta primera fase, estás conociendo el impacto que tiene el yoga en ti y, si te gusta, continuarás y si no te gusta, lo dejarás. O cambiarás de estilo, de centro de yoga o simplemente el yoga se quedará en tu caso en una práctica más que combinar con otras.

Fase de vínculo

Después de esa fase, si te gusta la práctica, empiezas una relación de pareja con el yoga, os hacéis novios. Entonces, el yoga comienza a ser más importante en tu vida. Esto quiere decir que ya llevas meses o incluso unos años practicando.

Y aquí es donde suele afianzarse esa relación con un estilo en particular o con un profesor, porque es muy común que como alumnos generemos un vínculo con nuestro profesor de yoga.

Fase de plenitud

Es en este momento cuando la sadhana cobra importancia. Porque a partir de aquí, lo que puede ocurrir, es que esa relación de pareja, dé un siguiente paso, la fase de matrimonio o de pareja de hecho.

La gente que lleva muchos años haciendo Ashtanga o estilos como Iyengar están “casados con ese estilo”. Llevan 20 años practicando y/o enseñando solamente ese estilo (o cualquier otro)

Esto tiene muchas cosas buenas, pero creo que también tiene inconvenientes. En la última década se han manifestado bastantes de esos inconvenientes. Estos estilos con los que al final tenemos una especie de relación, va a llegar un punto en el que va a haber una crisis, como una crisis de pareja. El estilo no cambia. Muchos de estos estilos siempre se aferran a la misma metodología.

Puede que a lo largo de las décadas hayan hecho cambios puntuales. Muchos de estos cambios vienen dados por circunstancias un tanto oscuras que han surgido en esos estilos. Pero en realidad muchos de estos estilos perpetúan la misma mecánica, la misma metodología, porque si cambiasen de manera habitual, no habría forma de sostener ese estilo como algo en lo que acceder e ir progresando.

Tú puedes ir cambiando, pero el estilo de yoga no va a cambiar contigo.

Fase de crisis

Es entonces cuando, la crisis existencial se produce.  Cuando te das cuenta de que todo el bien que te ha hecho tu práctica de yoga en los últimos años empieza a frenarse.

De que ya no es ese refugio que era anteriormente, que cada vez te distraes más, te llena menos o que ya ni siquiera te sienta bien hacer esa práctica de yoga.

Muchas veces estas crisis existenciales comienzan cuando,  empiezas a darte cuenta de que has mejorado, pero ahora para seguir mejorando te tienes que esforzar más.

Y muchas veces, como actualmente el yoga está ligado en un 90% con hacer asana, empiezas a forzar a tu cuerpo a hacer posturas cada vez más difíciles. Y ahí es donde va a depender mucho el profesor que tengas. Pero también depende mucho de las decisiones que tú tomes.

El cuerpo empieza a sentir la sobrecarga de estrés que supone querer siempre buscar más, ir más allá de tus límites, pensar que detrás de esa postura o cuando consiga más flexibilidad o cuando consiga llegar a esta nueva fase, entonces voy a estar más cerca de ese estado ansiado y dejaré de sufrir.

 

Lo que te está pasando es que el yoga cada vez te hace menos efecto.

 

Y tú cada vez te impones más responsabilidad y le impones más responsabilidad al Yoga para que solucione los problemas que tu piensas que antes te solucionaba. Todos esos cambios positivos efectivamente los has tenido y te han ayudado, pero te has adaptado a ellos.

Estás mejor que hace dos tres años. Pero ahora ya no te estás adaptando a los nuevos cambios que hay en tu vida. Tú cambias, pero si la práctica de yoga no cambia, prepárate para esa crisis existencial

ELEMENTOS DE LA SADHANA

Muchos de mis clientes son profesores de yoga y el problema es que acaban practicando menos yoga. Dan más clases, pero su práctica de yoga se empieza a disolver. He aquí un momento crítico para introducir la sadhana.

Lo primero, una sadhana personal debería ser sostenible en el tiempo.

Debemos mantener nuestra sadhana durante cuarenta días seguidos para ir tomando nota sobre cómo nos va impactando .

Vamos a intentar que dure un tiempo que sea asequible. Siempre recomiendo entre v veinte y treinta minutos

ASANA

Si ya practicas Asana a lo largo de la semana, no te hace falta más de diez minutos de asana en tu sadhana, porque lo que quieres es utilizar esa práctica de Asana como el ritual que haces todas las noches antes de ir dormir.

Tu práctica de Asana dentro de tu sadhana tiene que ser esa mini preparación.

Si te conoces bien físicamente, haz lo que sabes que te sienta bien.

Esto te ayuda a en diez minutos a cambiar cómo te sientes físicamente.

El setenta por ciento de lo que hagas de Asana lo puedes ir cambiando.

Siempre va a haber un treinta por ciento, esas dos o tres posturas o acciones físicas que sabes que en este momento de tu vida te sientan genial porque estarán ligadas a tus necesidades físicas.

Dentro de una práctica de 30 minutos, deberías utilizar 5 minutos de pranayama.

Puede ser tan fácil como inhalar en seis tiempos y exhalar en otros seis.

Este ratio está más que demostrado que automáticamente genera un impacto muy beneficioso en nuestro sistema nervioso. inhala profundo 6, y exhala profundo en 6.

Durante los primeros 7 días de los cuarenta días de sadhana puedes introducir retención.

Inhala en seis, aguanta dos segundos, mente en calma, exhala dos tres segundos, mente en calma.

MEDITACIÓN

El aspecto de meditación es muy importante porque lo que quieres durante cuarenta días es ver el impacto que te va generando.

Has de convertirte en un observador de tu estado en esos minutos que pasas en silencio con los ojos cerrados, porque ahí es donde va a empezar a emerger a la superficie de tu mente, de tu atención, todo aquello que es la causa de eso que tú llamas estrés, ansiedad, tristeza, cansancio…

Y ahí es donde tenemos que aprender a relacionarnos con esas sensaciones y pensamientos que han venido a la superficie. Con el mero hecho de entrar en contacto, conseguimos en parte restaurar.

Te dedicas en silencio a la introspección. Le das a tu cuerpo y mente lo que necesitan y, sobre todo, al sistema nervioso. Primero das lo que necesitas y luego dejas espacio para que se manifieste lo que hay sin juzgarlo.

Para meditar hay que estar relajada. Por eso primero hacemos ASANA Y PRANAYAMA.  Para enfrentarnos y observar aquello que no es tan agradable.

No todo es negativo, pero que tengáis en cuenta que en una sadhana la dificultad viene con que te va a poner sobre la mesa ciertas resistencias que todos tenemos al cambio, aunque sea un cambio a mejor.

Estructura de la Sadhana

En una práctica personal de Yoga o Sadhana hay que determinar.

  • Tiempo
  • Metodologías y técnicas a utilizar
  • El objetivo

20 30 minutos es suficiente, siempre debe haber asana, pranayama y meditación. Mantener las mismas técnicas un tiempo para ver los resultados, aunque la asana permite más flexibilidad.

El objetivo es en sí la sadhana.  Es practicarla. Y las respuestas, lo que la sadhana manifieste, dará lugar probablemente a facilitar los objetivos que tú tienes en tu vida.

No sirve para otra persona. Lo interesante de la sadhana es que, conforme vayas descubriendo cosas progresivamente, se irá modificando para hacerse cada vez más efectiva, más enfocada a ti y aspectos más profundos de tu persona.

Enfoque Ayurvédico de la Sadhana

Si buscas en internet «cuarenta días hábitos» verás la cantidad de información que encuentras sobre la importancia de esos cuarenta días para establecer un nuevo hábito a nivel sistema nervioso.

La repetición es fundamental en la sadhana porque nuestro sistema nervioso es plástico lo que quiere decir que tiene la capacidad de cambiar, de aprender, de modificarse.

Pero para que se produzcan esos cambios es necesario repetir .

Por ejemplo, si nunca has meditado porque crees que no vas a saber/poder hacerlo, dale una oportunidad o cuarenta oportunidades porque eso va a hacer que tu sistema nervioso se adapte.

Te empiezas a familiarizar con esas prácticas y te encuentres más cómoda y con menos resistencias.

Desde el punto de vista ayurvédico se habla de los cuarenta días.

Y en este caso, la explicación viene dada porque cada uno de nosotros estamos formados por siete tejidos y, cuando recibimos un nutriente, ya puede ser físico en una comida o puede ser también a nivel sensorial, espiritual o una práctica de yoga Nidra, nutrimos los siete tejidos.

Cada uno de los tejidos tarda unos cinco o seis días en integrar ese nutriente y pasarlo al siguiente tejido que tarda otros cinco días para asimilar y digerir ese nutriente y pasarlo al siguiente tejido.

Así que 7 tejidos por 5, 6 días nos dan alrededor de esos 40 para que ese aspecto que estamos incorporando en nuestra vida llegué a la parte más profunda de nuestro cuerpo, que sería el tejido óseo, el reproductor y muy relacionado con el sistema nervioso.

Así que Ayurveda también establece esos cuarenta días como importantes para que algo que hagamos o algo que estamos empezando a incorporar nos nutra desde el interior. Salga de dentro, hacia fuera.

 

 

“Si quieres encontrar agua tienes que cavar en el mismo lado”

Si hoy cavas aquí, mañana en otro lado, nunca vas a encontrar agua, nunca vas a profundizar lo suficiente. Y en estas prácticas de la sadhana es igual.

Si hablamos de meditación, por ejemplo, es muy importante, que aparezcan las resistencias, que es el elemento realmente transformador y que nos va a permitir aprender. Por eso practicamos lo mismo durante 40 días.

Esto no significa que si una práctica no te sienta bien sigas practicándola. Puedes buscar alternativas que te supongan una menor resistencia inicial con las que empezar tu sadhana,

Lo ideal es contar con un profesor de yoga que te pueda guiar. Especialmente si te conoce puede ayudarte a elegir y estructurar lo que es mejor para ti.

No siempre tenemos acceso a un profesor de manera tan directa.

Por eso hemos grabado la clase de forma un poco más generalizada que pueda ayudaros a empezar a dar esos primeros pasos en el tema de hacer una práctica personal.

Está bien usar grabaciones de guía durante los primeros días, pero luego ya la práctica tiene que ser en solitario, sin audio ni video.

Y sobre todo, se tiene que hacer en ese entorno de silencio para, que sea una  práctica realmente personal. También para que podamos estar  más atentos y sensibles a todas esas cosas que van surgiendo.

Otra sugerencia que no es obligatorio pero sí muy enriquecedora es anotar siempre al final de cada práctica lo que nos venga a la mente.

La parte de escritura es vital porque escribir es el momento de procesar, de digerir la experiencia de manera mental y física.

LA SADHANA Y EL PROFESOR DE YOGA

Por último hay que hacer énfasis en que los profesores de Yoga debemos tener nuestra sadhana personal.

Es lo que da ancla a lo que enseñamos, da perspectiva y sobre todo, ¿qué vamos a enseñar si no tenemos una práctica propia? Por eso la sadhana forma parte de la enseñanza que hacemos en nuestra formación de profesores de yoga.

Es honestidad y sinceridad con nosotros mismos, con nuestros alumnos, con las enseñanzas.

Para mí algo fundamental de mis profesores de yoga es que siempre buscan mi independencia y autonomía.

Que no sea dependiente de ellos, sino guiarme con perspectiva y con mucho cariño, pero siempre buscando que yo sea independiente, autónoma, que no tenga que recurrir constantemente a ellos.

Para mí eso es una garantía de confianza en el profesor.

 nuestra práctica personal no se comparte con los demás.

Igual que tampoco se comparte el Sankalpa ni el mantra personal que nos da nuestro profesor.

Compartir nuestra práctica personal hace alusión al ego y por otro lado podemos estar haciendo un pequeño acto de violencia en el sentido de que vamos a provocar celos o quizá envidia entre los alumnos.

Quizá una sensación de comparación, ¿por qué yo no tengo esta práctica?

No tiene ningún sentido compartir nuestra práctica personal, a no ser que sea con la persona con la que nos va a orientar en este camino.

Espero que empieces ya a practicar tu sadhana

Abrir chat
Hola yogini 🙏 , cuéntanos cómo podemos ayudarte.