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Para poder aplicar Yoga de manera adecuada en la reducción del estrés postraumático primero debemos entender cómo funciona nuestro sistema nervioso autónomo y cómo le afecta el estrés.
Teoría Polivagal y la relación cuerpo-mente
En los últimos años nuevas investigaciones y descubrimientos sobre el funcionamiento del cerebro han traído novedosos campos de exploración en Yoga.
Uno de esos descubrimientos fue la teoría Polivagal formulada por Stephen Porges en 1994, en la que se establecieron las distintas ramas del nervio vago que, como parte del Sistema Nervioso Autónomo (SNA), es responsable de la comunicación cuerpo-mente.
Un sistema que regula nuestra fisiología, respuesta inmune, estado de ánimo, equilibrio hormonal, reactividad emocional, presión y ritmo cardíaco, equilibrio hormonal, etc.
El sistema nervioso comienza a desarrollarse desde la 6ª semana de vida en el útero cuando empieza a recoger info para poder mantenernos vivos, y cualquier estímulo externo e interno es de gran importancia.
Desde las 6 semanas a los 26 años todo estresor externo (ambiental, entorno) o interno (biológico) da forma al “cableado de nuestro sistema nervioso, la manera en la que funciona en la vida y la experimentamos.
Cuando sufrimos estrés en la infancia (al no ser atendidas nuestras necesidades por ejemplo) podemos empezar a desarrollar mecanismos de compensación o prevención como la ansiedad.
Con la ansiedad nuestro SN se vuelve hipervigilante ya que interpreta que mucho estrés representa una amenaza para nuestra supervivencia.
¿Qué es el Trastorno de Estrés Postraumático?
El “Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales” de la Asociación Americana de Psiquiatría considera traumático: haber experimentado, presenciado o haberse enterado de uno o más eventos como muertes, amenazas o lesiones graves o una amenaza a su propia integridad o de los demás.
Por tanto puede aparecer cuando vemos amenazada nuestra supervivencia.
Esta es la clave para entender las raíces del trauma (y del SNA).
También puede presentarse a través de la exposición repetida o extrema a los detalles del trauma, incluso en el contexto laboral, durante el trabajo de los enfermeros, psicólogos y médicos de los servicios de urgencia o de cualquier persona que se haya visto expuesta directamente al trauma.
Incluso sin vivirlo de primera mano sólo por el relato del mismo por parte de otra persona, podemos desarrollar estrés postraumático (conocido como vicario o secundario).
Hay casos en los que el EP se convierte en TEPT un diagnóstico que se refiere a un conjunto de síntomas que duran al menos un mes tras el evento traumático.
Síntomas del TEPT
- Experimentación consistente del evento/s traumático/s, flashbacks…
- Evitar todo aquello que recuerde a la experiencia traumática
- Experimentar cogniciones y estados de ánimo negativos (ansiedad e irritación por ejemplo)
- Problemas con el nivel de agitación (hipervigilancia , disociación o dificultades de concentración o sueño)
- Miedo, ansiedad, tristeza, angustia de manera constante, pensamientos incontrolables.
Quién desarrolla Estrés Postraumático
Y ésta es la pregunta del millón.
Hay personas que se ven expuestas a un acontecimiento traumático sin consecuencias posteriores ya que metabolizan la experiencia, procesan los pensamientos, recuerdos y emociones asociados a ella sin verse desbordados ni atrapados.
Pero hay personas en las que los síntomas del trauma perduran, y a eso se conoce como estrés postraumático.
Cuando la persona es incapaz de integrar y digerir la experiencia que le persigue reproduciéndose una y otra vez en su cabeza.
El tiempo no lo cura todo.
Los síntomas del estrés postraumático (EP) son difíciles de articular e identificar.
Cualquiera de nosotros, podemos vivir exactamente la misma experiencia hoy y dentro de un año y desarrollar TEPT hoy y dentro de un año no o viceversa.
Depende de muchos factores.
Por eso la importancia de “nutrir nuestro sistema nervioso”.
Esto no significa hacer una postura de yoga y que “nuestros males» desaparezcan sino cuidar con distintas actividades de la capacidad de regulación de nuestro SNA.
No hay una manera que le funcione a todo el mundo.
Por eso hay que analizar las características de cada individuo ya que “el tejido” del SNA esculpido durante años, desde la infancia, varía mucho entre personas.
Y es algo que se analiza en profundidad en la formación de yoga sensible al trauma de Lighthouse Yoga.
Cuál es el tratamiento habitual en TEPT
La terapia hablada es el tratamiento habitual y fundamental para el tratamiento del Trastorno de estrés post-traumático (TEPT), pero se ha comprobado que si va acompañada de terapias que incluyan integración cuerpo-mente como Yoga (preparado para el trauma), la mejoría y progresos son notables.
El mayor conocimiento actual del SNA ha permitido entender cómo se desregula, a qué afecta y, lo más importante, cómo devolverle el estado de equilibrio.
Y aquí es donde entra Yoga sensible al trauma, pues sus distintas técnicas han demostrado ser herramientas terapéuticas muy potentes.
Los datos y estadísticas del TEPT
- El 90% de la población se ha visto o se verá expuesta a un acontecimiento traumático a lo largo de su vida.
- 1 de 4 niños será objeto de maltrato físico, 1 de cada 5 objeto de abuso sexual.
- Entre el 8 y 20% desarrollará TEPT
Por lo tanto hay una elevada probabilidad de que, por ejemplo en una clase de yoga, haya alguien con historial de trauma.
“El trauma es un aspecto inseparable de nuestra vida”
Mark Epstein
Se está viendo como en personas que sufren altos niveles de estrés (laboral, financiero, familiar, etc) también su SNA se desregula, sin llegar a desarrollar todos los síntomas de estrés postraumático aunque si algunos.
En estos casos las prácticas de Yoga sensible al trauma son muy beneficiosas para ellos.
Diferencia entre TRAUMA y Trauma (minúscula)
Podemos desarrollar algunos de los síntomas del TEPT que hacen muy difícil nuestro día a día, por circunstancias que no son tan llamativas como un accidente, violación, agresión, muerte, guerra, desastres naturales, abuso, enfermedad, etc.
Y que podemos desarrollar TEPT por lo que se conoce como trauma con minúscula: ser avergonzado, despreciado o minusvalorado frecuentemente, no ser atendidas nuestras necesidades por nuestro principal cuidador (negligencia infantil), discriminación, abusos de todo tipo, crisis médicas, acoso o bullying, noticias abrumadoras, muerte de un ser querido, etc.
Por lo tanto trauma no se limita a un tipo de evento sino que como dice Pat Odgen: “Trauma es cualquier experiencia amenazadora y desbordante que no podemos integrar… Después de tales experiencias, a menudo nos quedamos con una sensación disminuida de seguridad ante los demás y el mundo y con la sensación también de sentirnos inseguros dentro de nuestra piel”.
En trauma nuestro SNA se desregula tras una experiencia independientemente del tipo de experiencia.
Y el miedo o la vergüenza son de hecho dos de los primeros obstáculos a la recuperación.
Yoga como complemento del tratamiento del TEPT
La terapia hablada, acompañada de prácticas como Yoga, siempre preparado para el trauma, ayuda a superar y sanar las heridas del trauma.
El TEPT es una desregulación del SNA. El SNA se encuentra en el cuerpo por lo que hay que implicarlo para que haya cambios positivos.
También distintas zonas del cerebro se desregulan (de hecho Bessel Van Der Kolk, una autoridad en el estudio del trauma, afirma que todo el cerebro se ve alterado tras el trauma).
Por eso las prácticas de mindfulness, atención, regulación del nervio vago, respiración, etc son de gran ayuda para la reparación.
Terapias de abajo arriba y al revés
Son terapias que se llaman “de abajo arriba” (implicando al cuerpo, la respiración, tacto, movimiento, etc) o de» arriba abajo» (las que implican nuestra consciencia y atención), según afecten a distintas áreas del cerebro relacionadas con la corteza o con los centros profundos del cerebro que regulan la homeostásis, respiración, áreas emocionales, etc.
En qué casos se aplica el Yoga
Lo ideal en los casos graves es que el terapeuta nos anime y recomiende la práctica si ve que nos podemos beneficiar de ella.
El problema es que en España no hay tantos terapeutas formados o conocedores de los beneficios de estas terapias (no sólo yoga sino también teatro, chikung, clases de baile, etc), cuando en EEUU ha sido un boom que ha revolucionado el tratamiento del trauma.
De manera que no hay un protocolo establecido sobre en qué casos en concreto se aplica el Yoga.
Beneficios y contraindicaciones
“Yoga y meditación sensible al trauma” surgen porque aunque se sabe que el movimiento, respiración y demás técnicas que utilizamos en yoga son muy útiles, si no tienen ciertas modificaciones pueden generar el resultado opuesto y desregular aún más al individuo.
Por lo tanto Yoga sí, pero no cualquier yoga, sino con alguien preparado y formado en el conocimiento del TEPT y cómo afectan las distintas prácticas.
Los beneficios son numerosos pero hay que tener en cuenta miles de detalles, modificaciones y prácticas individualizadas, porque, como hemos dicho, cómo se ha tejido de nuevo el SNA tras la experiencia puede hacer que lo que le funcione a una persona sea un desastre para otra.
También es importante tener en cuenta, que depende del caso, los cambios son lentos, no tan visibles o espectaculares como cuando alguien sin TEPT comienza a practicar yoga.
Hay que ser constantes e ir regulando poco a poco el sistema nervioso.
Es un error pensar que cualquier práctica de yoga va a sentar bien.
Con la respiración por ejemplo hay que tener un cuidado especial, con los props, con nuestro lenguaje (si somos profesores de Yoga para el trauma), la capacidad reguladora de la voz, de la expresión, de los movimientos.
Hay que considerar que llevar la atención al interior puede ser terrible para alguien cuyo interior le da pánico porque es donde encuentra sus miedos, abismos y sensaciones ligadas a una profunda angustia.
Por lo tanto Yoga sí, meditación sí, pero no a la ligera, con conocimiento del poder de cada una de las cosas que hacemos.
Estudios y Bibliografía
Existe numerosa documentación que demuestra el valor e importancia de la práctica de yoga y meditación en casos de trauma.
- El libro “El cuerpo lleva la cuenta” de Bessel Van Der Kolk.
- Un análisis descriptivo cualitativo sobre yoga sensible al trauma como tratamiento complementario al TEPT8
- Review que explora el rol del Yoga en la curación del trauma psicológico
Conclusión
Para regular y ayudar a alumnos con desregulación del SNA lo primero que debemos aprender como profesores de Yoga es saber cómo regularnos, conocer las distintas ramas del Sistema nervioso, reconocer los distintos estados, que herramientas tengo de regulación y es lo primero que aprendemos nuestra formación.
Aprender a vernos, entendernos y autoayudarnos antes de comenzar la bella tarea de tender la mano a los demás.
Más info sobre Sistema Nervioso Autónomo y la práctica de Yoga en el libro «Yoga para la calma» de la autora de este texto, Tamara Suárez.